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sábado, 30 de octubre de 2010

LOS LARIDOS (GAVIOTAS)



Los láridos (Laridae) son una familia de aves del orden Charadriiformes conocidas vulgarmente como gaviotas. Están estrechamente relacionadas con los charranes de la familia Sternidae, y más lejanamente con las aves zancudas. La mayoría de las gaviotas pertenece al género Larus.

Son en general aves grandes, en su mayoría de plumaje gris, blanco o negro, a menudo con señales negras en la cabeza o las alas. Tienen picos robustos, bastante largos.

La mayoría de las gaviotas, particularmente las especies de Larus, son carnívoros o detritívoros (toman la comida viva o recogen la basura que tengan oportunidad); en su dieta incluyen cangrejos, peces pequeños, etc.

Las gaviotas son especies típicamente costeras marinas o costeras de lagos y lagunas interiores, y vuelan grandes distancias. Las especies de mayor tamaño tardan hasta cuatro años en lograr el plumaje adulto pleno, si bien a los dos años la mayoría de las especies de gaviotas pequeñas tienen plumaje adulto. Las gaviotas son aves de gran maestría en el vuelo. Muchas de ellas tienen las alas puntiagudas, terminando en plumas relativamente rígidas. Estas dos characterísticas le permiten maniobrar con gran facilidad en las fuertes corrientes de aire, comunes en las costas marinas.

Son aves inteligentes, poseyendo complejos métodos de comunicación y una estructura social muy desarrollada. Ciertas especies, como la Larus argentatus, exhiben conductas complejas. Se comunican a través de posturas, movimientos y llamadas.

La hibridación entre las especies de gaviota es bastante frecuente, aunque dependen de las especies involucradas.

Los ornitólogos aficionados clasifican a las gaviotas en dos subgrupos:

  • Las gaviotas cabeza blanca que son grandes ejem: Larus argentatus, Larus marinus, Larus fuscus.


  • Las gaviotas alas blancas menores ejem: Larus glaucoides, Larus hyperboreus.
Las gaviotas suelen anidar en las costas, viven no obstante la mayor parte del tiempo sobrevolando la superficie del mar. Es común ver a numerosas gaviotas que revolotean en su búsqueda de bancos de peces o siguiendo a los barcos pesqueros a la espera de que éstos lancen sus redes. Algunas especies emprenden largas migraciones del Ártico al Antártico.

Las gaviotas, cuando tienen sed, beben agua del océano. Consiguen sobrevivir a la ingesta de un elemento con tanta concentración iónica gracias a una estructura anatómica particular llamada glándula de sal.

Es par y generalmente cada una de las glándulas se ubica en la parte superior de cada ojo. Las marcas de su presencia se ven fácilmente en los cráneos de gaviotas y pingüinos.

Dicha glándula comienza a funcionar en cuanto el ave se alimenta de algún animal o ha bebido agua salina. Entonces, la gaviota empieza a llorar lágrimas lechosas que se escurren por el pico. Periódicamente se sacude para eliminarlas. Las gotas son blancas debido a la gran cantidad de sal que contienen. Y así, llorando, la gaviota soluciona su problema de exceso de sal. Se calcula que cada una de estas glándulas puede secretar una cantidad de sal mayor que la que puede eliminar un riñón.


Si hay algún ave que simbolice todo lo que representa el mar, elegiríamos sin lugar a dudas a las gaviotas. Su grácil vuelo por encima de olas y playas, su presencia constante tras traiñas y arrastreros en busca de los descartes de las redes y su vagar por nuestros puertos con la algarabía de sus voces, rememoran en nuestras mentes estampas marineras y ese espíritu de libertad fielmente reflejado en libros como Juan Salvador Gaviota de Richard Bach.

Dichos como “Gaviota en tierra temporal en la mar” son fiel reflejo de esa estrecha relación entre el pescador y estas aves, cuyo porte altanero y elegante, no pasa desapercibido para nadie. Sin embargo, la gaviota, ha ido desertando poco a poco de su relación directa con el mar y se ha ido internando poco a poco hacia el interior, a lugares que ni por asomo conocen el rumor de las olas del mar.

Su carácter oportunista y gregario, han favorecido que se vayan instalando colonias de estas aves en las cercanías de vertederos, donde aprovechando la cantidad de residuos orgánicos presentes, compartan régimen alimenticio con otra bella ave anteriormente amenazada la Cigüeña blanca, convirtiéndose en ocasiones en verdadera plaga. De igual modo, es frecuente ver a Garcillas Bueyeras (Espurgabueys) junto con gaviotas reidoras, tras los tractores que realizan faenas agrícolas.

Son muchas las azoteas de localidades marineras españolas donde la gaviota ha abandonado los tradicionales acantilados como zona de anidamiento, para ir asentándose en azoteas y balcones, convirtiéndose en un serio problema, para los vecinos, quejosos de sus graznidos, deposiciones y suciedad generada por sus costumbres alimenticias.

Personalmente, he observado un hecho curioso en varios de los colegios cerca de playas o costas. Las gaviotas han relacionado con la comida los toques de sirena para el recreo de los niños y esperan tranquilamente en los techos de los colegios en espera de que los niños retornen a clase, para hábilmente ir lanzándose sobre los restos de bocadillos que van quedando sobre el suelo del patio, no las ves a otras horas, pero si que son fieles a su cita en esa media hora de recreo.



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